Un centenar de personas, provenientes de los más diversos ámbitos del quehacer social de la Región de Coquimbo, se dieron cita el sábado 22 de octubre en La Serena, para dar inicio a las actividades de Foro Republicano. Fue el tercer foro de esta iniciativa –los primeros fueron en Santiago y Viña del Mar– que busca volver a encantar a los ciudadanos para que se animen a ser protagonistas en la búsqueda de un país humanizado.
El empresario y dirigente gremial Pelayo Alonso, a nombre de los organizadores regionales de la reunión, les dio la bienvenida a los asistentes, y destacó la importancia de contar con instancias regionales en las cuales poder recoger las inquietudes ciudadanas y, a su vez, comenzar a estudiar y poner en práctica acciones que permitan solucionar los problemas y carencias existentes.
Presentación de Foro Republicano
El profesor Gonzalo Rojas fue el primer expositor, y precisamente explicó en qué consiste Foro Republicano y los objetivos que persigue.
Hizo hincapié en que se trata de una iniciativa “en construcción”, por cuanto no está completamente trazada todavía. Este carácter es precisamente el que dio origen a su nombre y al formato adoptado para su funcionamiento y reuniones. Se quiere enfatizar la necesidad de escuchar a otros y trabajar mancomunadamente. Señaló que un grupo de personas, proveniente de ámbitos muy diversos, estaba muy inquieto por la situación que vivía el país a fines del año pasado. Los acontecimientos recientes no hicieron más que confirmar la inquietud original. Decidieron “hacer un esfuerzo por amor a Chile”, dedicando tiempo y recursos para responder a la frecuente sensación –pero, normalmente, estéril– de que “hay que hacer algo”.
El reconocimiento de que es necesario conocerse mejor entre quienes comparten la inquietud original, tanto para elevar mutuamente el ánimo como para crear vínculos más efectivos y eficaces, dio origen al “foro”: una instancia de reflexión, coordinación y articulación de esfuerzos. No busca constituirse en un nuevo referente o partido político, ni sacar a nadie del sitio en el cual actualmente se encuentra, sino que invitar a todos a participar de estos verdaderos diálogos ciudadanos.
Foro Republicano quiere mover a los chilenos para que cada uno contribuya a realizar una labor imprescindible para evitar que las cosas sigan empeorando en nuestro país. Parafraseando a Vaclav Havel, señaló que se trata de un “trabajo largo, cansador y lleno de dificultades”, pero del cual no resulta patriótico restarse.
A continuación, el expositor pasó a analizar el texto seminal de Foro Republicano, Chile, un país humanizado, en el que se plantean las ideas en las que se sustenta a esta iniciativa.
Al igual que en los Foros anteriores, la presentación inicial dio paso a una participativa sesión de comentarios y preguntas entre todos los asistentes.
La virtud, corazón de la verdadera actividad política
La segunda exposición estuvo a cargo del filósofo José Luis Widow. En ella enfatizó la necesidad de no quedarse en el diagnóstico de los problemas y males que aquejan a la Patria, sino que también proponer soluciones, avanzar en la conformación de un orden que se plasme tanto en las instituciones como en los corazones de los chilenos.
“Efectivamente –indicó–, padecemos males, y muchos de los bienes que forman parte de lo que nosotros somos están dañados”. Sin embargo, y haciendo una analogía con la conocida frase de San Agustín –“Nosotros somos los tiempos: así como somos nosotros, así son los tiempos”–, el profesor Widow manifestó que “nuestra Patria, y lo que ocurre en ella, somos nosotros”. Por lo tanto, invitó también a los presentes a hacer una introspección, y ver cómo cada uno ha contribuido a la situación actual.
El carácter propositivo es uno de los rasgos que definen a Foro Republicano: desarrollar un “proyecto aterrizado, para Chile y los chilenos… Se trata de ser protagonistas de la historia patria, que lo que en ella ocurra sea el resultado de lo que quisimos hacer, y no relegarse a ser atónitos espectadores”.
Esta acción debe estar guiada por la virtud, aquella disposición a relacionarse con el bien que todos queremos, pero no de manera egoísta –para sacar lo que me beneficie–, sino que dispuestos a darlo a otros. Así entendida, la virtud es sinónimo de fuerza de la voluntad para hacer el bien, más allá del mezquino cálculo de si las circunstancias son las propicias, de la oportunidad de la acción o de los problemas personales que ella pueda acarrear.
Precisamente, es esta actitud la que define al político en su verdadera dimensión –y la que convierte a la política en la más noble de las actividades humanas–, que abandonándose de si mismo, se preocupa del bien común.
La falta de la virtud está en el centro de los problemas actuales, y es la que explica la existencia de una sociedad desmoralizada, incapaz de hacer el bien. Entre las causas que originan esta situación, el individualismo juega un papel preponderante. Un hombre formado en la virtud se abre naturalmente hacia los demás.
Para cerrar su presentación, Widow señaló que Foro Republicano quiere ser una instancia que colabore en volver a instalar la virtud como corazón de la vida pública; que “Chile sea grande porque primero los chilenos son grandes”.
Entrar a la cancha
Una segunda ronda de comentarios y preguntas siguieron a continuación.
A modo de conclusión, y tomando en consideración el sentir bastante generalizado expresado en las intervenciones de la concurrencia durante el foro, se resumió el desafío de cada uno de los presentes como el de dejar de seguir sentados cómodamente en la galería, y atreverse a entrar a la cancha, a ser protagonistas, en la medida de las posibilidades (y generosidad) de cada uno.
En este sentido, se subrayó la importancia de no solo enfocar el Foro en los problemas de la región, sino también dedicar en él esfuerzos a “pensar Chile desde la región”.
Para poder encarar este desafío, se invitó a los presentes a participar de alguno de los dos consejos que se formarán como parte de las actividades de Foro Republicano de la región de Coquimbo: uno con énfasis en temas económicos y sociales, y otro en educación y cultura.