los lagosPara quienes participamos en política o bien quienes tienen interés en el quehacer público y político de nuestro país, no puede ser un secreto que para triunfar existen metas. Primero; no desviarse del objetivo final y, segundo, mantener la difícil unión.

Durante el 2013 tuve la gratificante oportunidad de servir a Chile en dos zonas: el distrito 52 de la región de La Araucanía (Cunco, Curarrehue, Pucón, Gorbea, Toltén, Loncoche, Villarrica) y la ciudad de Osorno, principal comuna del distrito 55 en la Región de Los Lagos. Dos realidades completamente distintas electoralmente, aunque con el mismo objetivo común y resultados que asombraron al sector.

En el distrito 52 luego de largos 20 años se daba el cupo a una candidatura joven que brilló  y quiso lograr el triunfo. El actual diputado, que se reeligió por séptimo periodo, ganó en buena lid. No obstante, el candidato derrotado sembró un inmenso capital político que fácilmente lo puede llevar a la victoria en 4 años más, ya que el margen que lo dejó en camino sólo fue de 450 sufragios logrando una votación superior a los 13 mil votos. Sin duda alguna, el desafío es grande ya que en esa zona se perdieron los dos diputados UDI Enrique Estay y Gonzalo Arenas, quedando el escenario 5 – 0  a favor de Renovación Nacional.

En la Región de Los Lagos, para el distrito 55 se confirma el actual diputado UDI Javier Hernández, junto con sumar al también UDI Iván Moreira como senador electo por sobre el histórico Carlos Kuschel (RN).

La alarma está encendida: la Concertación no pierde diputados ni senadores, al tiempo que aumentan sus votaciones.

¿Qué nos pasó? Faltó unión, mística y pasión; más sobró el egoísmo y el personalismo. Nada nuevo que analizar, nada nuevo que inventar pues la rueda ya existía de antes. Los candidatos a diputados y senadores tienen una capacidad única y esencial de lograr el voto transversal, que lamentablemente esta vez no pudo ser eco de compromiso y respaldo abierto en las calles con propaganda electoral junto a Evelyn Matthei, quien es una de las pocas mujeres proveniente de nuestro sector, que pudo ser mucho más que Michelle Bachelet.

La garra y entusiasmo quizá nunca iba a ser la misma que la demostrada por la militancia y simpatizantes hacia  “Pablo Longueira 2014” que en solo dos meses de campaña gana una difícil primaria ante Andrés Allamand. Pero nosotros fallamos, no Evelyn, pues permitimos que nuestro ego creciera antes que aliarnos e invitar a Renovación Nacional (o viceversa) a participar de su campaña y ser todos uno. Fuimos nosotros quienes no depositamos fe y compromiso en la campaña de la primera mujer candidata a la Presidencia de la Alianza, somos nosotros los que callamos las críticas constructivas que el sector necesitaba por temor a que nos cataloguen de “problemáticos”.

Más no podemos permitirnos este silencio, porque adultos y jóvenes hemos venido a servir al país en diferentes áreas y nada nos convence más que un Chile con oportunidades, equitativo, digno en su constitución con bases valóricas y morales como legado a las nuevas generaciones.

Si nosotros callamos, entonces no nos podremos quejar ni tampoco construir el Chile de mañana. Si no cambiamos, Chile tendrá tal carencia de graníticos servidores públicos porque permitimos en el pasado y presente, que el rumbo de políticos y representantes se haya torcido en el camino, dejando de lado el amor a nuestra patria cambiada por el poderío sectorial.

Por gonzalofr