Habiendo pasado un tiempo prudente desde el término de las elecciones 2014, podemos hacer un somero análisis de lo ocurrido en la región de los Ríos.
Sin desconocer la gran votación de la candidata de la nueva Mayoría, hubo graves errores de parte del Gobierno y de la Alianza por Chile, los que, aunque, posiblemente no hubieran cambiado el curso de la elección, sí habría disminuido en algo la brecha entre ambas coaliciones.
No fue capaz el gobierno, a pesar de los buenos resultados económicos y de infraestructura en la Región, de traspasar sus logros a la ciudadanía. Tuvo un desempeño político mediocre, lo que contrasta claramente con el de los candidatos de la Nueva mayoría. Basta como ejemplo el desempeño en la elección parlamentaria de Alfonso de Urresti, quien, a pesar de su menguado trabajo legislativo y de haber sido elegido el año 2005 solo con 26.000 votos obtuvo una de las primeras mayorías nacionales, logrando más que duplicar su adhesión a 70.000 votos.
Otro factor que la Alianza no dimensionó fue la capacidad de organización de gran parte de los efectivos, de las FFAA en retiro y sus familias en su decisión de abstención total en la primera vuelta. Especial miopía si se considera que existe una gran cantidad de personal, de las distintas Unidades que tuvieron asiento en esta ciudad.
Esto se vio incrementado por la imprudente instalación del tema del once de septiembre, no solo de parte del gobierno central sino de la mayoría de los personeros de la Alianza.
Si, ha quedado claro, lo acertado de la decisión de la UDI, de instalar la candidatura de Ena Von Baer, que derroto ampliamente al candidato de RN Eduardo Schülz, quién con una agresiva campaña localista no logró conservar el escaño que obtuvo Andrés Allamand el año 2005, en una elección protegida y sin competencia de la UDI.
Queda como tema de análisis para la Alianza, si espera volver a representar a las personas que tradicionalmente los apoyaron o si intentará, sin suerte posiblemente, tratar de arrebatarle los votos a la izquierda, quienes en este momento están plenamente representados.
En la izquierda, el peligro más inmediato, debido al aumento de la abstención de sus simpatizantes, es el crecimiento hacia sectores anarquistas o movimientos independientes que dificulten la labor del futuro gobierno. No hay que olvidar que la SUR-da, fue la cuna de los movimientos estudiantiles de izquierda autónomos.
Será para el futuro gobierno una ardua tarea armonizar las expectativas creadas en los distintos ámbitos, con la premura que exigirán los estudiantes, organizaciones mapuches y ambientalistas de la zona, ya acostumbrados a la presión de las movilizaciones
No se ve, es este momento, un repunte de la derecha, con lo que, queda el camino abierto para que los nuevos movimientos capten este electorado que no se siente representado por la corriente liberal.
Esto hace urgente el fortalecimiento de liderazgos de personas de reconocido prestigio afines a las ideas de la centroderecha, no ligados necesariamente a los partidos políticos -por los que la ciudadanía siente un fuerte rechazo- para poder crear una conciencia cívica de la defensa de los valores esenciales de la sociedad.
Urge una labor de difusión y formación, no solo al nivel intelectual, que es un trabajo de largo plazo sino tambien con un sentido de urgencia en el contacto con las personas a través de las organizaciones intermedias con énfasis en aquellas que puedan influir en el sector educación, tanto sostenedores, profesores padres y educandos
Es una oportunidad que no se debe dejar pasar.
Luisa María Soto Vío