Un país que cuida su libertad hace bien en celebrar con entusiasmo el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín, símbolo de una ideología criminal que se desmoronó sin un solo disparo. Pero un país que quiere defender su libertad debe reflexionar también sobre lo que ocurrió en Europa del Este una vez desaparecida la amenaza del oso soviético. Sin duda, Václav Havel es un referente a este respecto.

Ya en 1992, el entonces presidente de la República Checa lo explicó así: “El retorno de la libertad a una sociedad que ha sido moralmente trastornada produjo algo claramente inevitable, (…) una enorme y deslumbrante explosión de cada vicio humano imaginable”.

Muchos países al correr la “cortina de hierro” pasaron directamente de vivir la represión comunista a sufrir la opresión de un liberalismo desenfrenado que no conocía sustrato moral. Como feliz contraposición, Havel se constituyó en un pilar de la sociedad libre y responsable del siglo XX, defendiendo el contenido ético de la auténtica política; esto es, que la política no es aséptica y que su desafío es tanto hacer las cosas bien como hacer el bien.

La convicción de Havel se traduce en políticos que no se dicen “representantes” como si fueran meros espejos de una realidad dada e inmodificable, sino que son líderes que aceptan el desafío de guiar a sus compatriotas con la humildad de “saberse observados desde arriba”.

Por ello es que Havel, en sus Meditaciones de verano, ponía el acento en las características personales de un líder: “Si tu corazón está en el lugar apropiado y tienes buen gusto, no sólo serás una persona aceptable para la política: tendrás vocación para ella. Si eres modesto y no tienes ansias de poder, no sólo eres apto para la política, perteneces absolutamente a ese ámbito”.

¡Cuánto bien le haría a Chile un líder –sólo uno- que junto con aplicarse a sí mismo estas exigencias de sentido común, pudiera crear a su alrededor un grupo de servidores públicos que decidiera “vivir en la verdad”!

Thomas Leisewitz V.
Foro Republicano

Por gonzalofr